En el mes de Marzo comienzan las campañas de vacunación frente a la Gripe en las diferentes comunidades autónomas. La gripe es una enfermedad vírica muy contagiosa, y el mejor método de prevenir la enfermedad es mediante la vacunación… algo además treméndamente importante si perteneces a uno de los grupos de riesgo. El principal objetivo de las campañas de vacunación de la gripe es reducir la mortalidad, morbilidad y el impacto de la enfermedad.
Vacuna de la Gripe 2018-2019
Se trata de la principal herramienta para evitar la enfermedad y claro, las complicaciones que de ella pueden derivarse. En la temporada anterior de 2017-2018 la vacuna de la gripe ha evitado alrededor de 3.900 hospitalizaciones y entre 1.000 y 2.500 defunciones en personas mayores en 64 años. Esta estadística podría ser aún mejor ¿cómo? Tomando conciencia y si perteneces a uno de los grupos de riesgo vacunándote, ya que la estadística dice que la solo el 51% de los mayores de 65 años se han vacunado, porcentaje aún menor en pacientes de otros grupos de riesgo… fíjate con que sencillo gesto al alcance de cualquiera puede salvarse la vida.
La vacuna de la gripe… es un tanto especial…estas son algunas de sus particularidades:
- Una vez que estamos vacunados, la protección comienza después de 7- 10 días y dura hasta 6 meses.
- Está demostrado que aunque la composición de la vacuna no coincida con exactamente con los virus que finalmente circulen, existe una “protección cruzada” que hace que la vacuna siga siendo efectiva en la prevención, especialmente de la enfermedad grave.
Me la pongo…o no… ¿Quién debe ponerse la vacuna de la gripe?
También es una pregunta muy sencilla…puede vacunarse cualquier persona… si bien, es especialmente importante que reciban la vacuna de la gripe aquellos pacientes que pertenezcan a uno de los siguientes grupos de riesgo:
- Mayores de 65 años.
- Adultos y niños con patologías crónicas (diabetes, insuficiencia renal, etc.), así como las personas que conviven con ellos.
- Niños/as y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
- Mujeres embarazadas, preferiblemente a partir del segundo trimestre del embarazo.
- Grupos con capacidad de transmitir la gripe a personas de riesgo, esto es, personal sanitario, trabajadores sociales, empleados de residencias de ancianos, cuidadores, etc.